Reparto
Rodrigo Noya
Alejandro Agresti
Julieta Cardinali
Guion
En el Buenos Aires de 1967, Valentín, de ocho años, vive solo con su pobre abuela paterna viuda. No ha visto a su madre desde que tenía tres años. Su abuela le dice que su madre le fue infiel a su padre. A pesar de ello, Valentín la echa de menos. Su padre, Vincente, un mujeriego, está casi siempre ausente como vendedor ambulante, y parece más preocupado por su propia fortuna que por enviar dinero a casa para cuidar de su madre y su hijo. Valentín tiene sueños como la mayoría de los chicos jóvenes, el principal de los cuales es convertirse en astronauta. Cree que el trabajo que realiza construyendo modelos de cohetes y trajes espaciales ayudará al programa espacial de la NASA, y hace todo lo que puede, como caminar con zapatos pesados para simular la gravedad cero y aguantar la respiración bajo el agua, en su afán por convertirse en astronauta, a pesar de ser ligeramente bizco y miope, lo que cree que no dificultará sus posibilidades. Pero, sin darse cuenta realmente, lo que más desea es formar parte de una familia nuclear, con su padre en casa y que éste se case con una joven y guapa a la que pueda llamar madre. Cree que la última novia de Vicente, Leticia, es esa mujer. Ante la ausencia de una influencia masculina constante en casa, Valentín busca a esos, ya sea su tío Chiche, que está de visita desde Ushuaia, o Rufo, el pianista bohemio que vive en la casa de al lado. Valentín trata de resolver lo que ve como problemas en su vida con mayor o menor éxito, y llega a algunos nuevos entendimientos que reconcilian lo que le han dicho inadvertidamente en el pasado y lo que ahora ve en la vida. -Huggo
Comentarios
Top review10/10 excelenteEsta es una de las pocas películas que realmente me han gustado en estos últimos años. El Valentín de Rodrigo Noya es un niño de 8 años tan inteligente, divertido y triste. Todo lo que dice te provoca una sonrisa y un pequeño giro en el corazón. Es como la anciana que vive sola y dice que no le importa estar sola, pero te pide que te quedes un poco más porque ha hecho decenas de galletas que nadie se va a comer. Rodrigo Noya es un actor tan excelente que cada matiz se capta a través de sus expresiones, de su lenguaje corporal. Todos los adultos que lo rodean actúan de manera egoísta, pero es tan realista porque todos somos seres egocéntricos, y los niños a veces son tratados simplemente como cosas que pasaron por ahí. Me gusta tanto esta película que la recomiendo a todas las personas que conozco.útil-184